EL ENERO QUE MARCO EL CAMBIO

El Gobierno Revolucionario en breve tiempo decretó un grupo de medidas de gran impacto popular: universalización de la educación, salud al alcance de todos, seguridad social para toda la población. Por ejemplo, la rebaja de alquileres (Ley 135/1959), significó una reducción entre el 30 y el 50% de los alquileres, y se calcula que superó los ciento trece millones de pesos; en las tarifas telefónicas (Ley 122/1959), la rebaja en general superó los cinco millones; en tanto la rebaja de las tarifas eléctricas (Ley 502/1959), rebasó los quince millones. Otra de las medidas vitales fue la confiscación de bienes malversados.

La promulgación de la primera Ley de Reforma Agraria (17 de mayo de 1959), una decisión tremendamente justa y necesaria, enfrentó al país a la oligarquía nacional y a Estados Unidos, pues a través de ella se nacionalizaron importantes extensiones de tierra, las mas fértiles, que estaban en manos norteamericanas, algunas con mas de diecisiete mil caballerías y la ley fijó un máximo de 30 caballerías. Esta primera Ley entregó la tierra de forma gratuita a más de 100 mil pequeños arrendatarios, colonos, aparceros y precaristas que la trabajaban y propicio que el Estado dispusiera de un número importante de caballerías, que se mantuvieron como grandes explotaciones agrícolas. La entrega de la tierra a los campesinos eliminó el pago de las rentas que afectaban al 85% de ese segmento poblacional y propició un incremento considerable de la mano de obra en la agricultura.

El 3 de octubre de 1963 fue dictada la II Ley de Reforma Agraria, que estableció 5 caballerías como limite máximo de propiedad privada, es decir, 67 ha. El 70% de la tierra quedo en manos de la nación, como propiedad de todos, dado el carácter predominante del sector agrario de la economía cubana en ese entonces y la voluntad de dividir por igual los frutos de la tierra.