En vísperas del inicio de un nuevo curso escolar satisfactorio nuestro país se traza estrategias para que no queden cabos sueltos. Se debe lograr que cada niño nacido en Cuba transite de manera exitosa por todos los niveles escolares diseñados para su formación integral, y que mañana no constituya un eslabón perdido sino un profesional útil a la sociedad. Según las palabras de Luis Ignacio Gómez Gutiérres, ministro de Educación durante la reunión nacional iniciada ayer en el Centro de Convenciones Pedagógicas capitalino se debe descubrir en cada territorio las debilidades que impiden mantener la cadena que nos lleva hacia el cendero de la sabiduría. Este encuentro constituirá el espacio para descubrir los principales problemas en el sector de la educación para limarlos y logra que el próximo curso sea más fructífero.
Entre las proyecciones figura garantizar mejor atención integral al niño desde el nacimiento (sobre todo de cero a tres años), y de aquellos necesitados de educación especializada o provenientes de familias con desventajas sociales. Para ello se propuso un estudio multidisciplinario e intersectorial en todo el país que permita caracterizar cada caso y darle solución.
Este debate también incluyó recomendaciones para elevar la calidad del proceso educativo en la enseñanza especial y preescolar. En esta última el mayor reto es estabilizar la cobertura del personal docente y asegurar mayor calificación de los trabajadores. Dentro del nivel se señaló el inicio de transformaciones en el trabajo con la familia, particularmente en círculos infantiles. Tales centros satisfacen en la actualidad solo alrededor del 40% de la demanda.
Hoy los máximos representantes del sector en las diversas enseñanzas discutirán temas relacionados con la educación preuniversitaria y técnico-profesional.